Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Timoteo 1, 12-20

12 Doy gracias a aquel que me revistió de fortaleza, a Cristo Jesús,
Señor nuestro, que me consideró digno de confianza al colocarme en el
ministerio,

13 a mí, que antes fui un blasfemo, un perseguidor y un insolente.

Pero encontré misericordia porque obré por ignorancia en mi infidelidad.

14 Y la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí, juntamente con la
fe y la caridad en Cristo Jesús.

15 Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación: Cristo
Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo.

16 Y si encontré misericordia fue para que en mí primeramente
manifestase Jesucristo toda su paciencia y sirviera de ejemplo a los
que
habían de creer en él para obtener vida eterna.

17 Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y
gloria por los siglos de los siglos. Amén.

18 Esta es la recomendación, hijo mío Timoteo, que yo te hago, de
acuerdo con las profecías pronunciadas sobre ti anteriormente. Combate,
penetrado de ellas, el buen combate,

19 conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla
rechazado, naufragaron en la fe;


20 entre éstos están Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a
Satanás para que aprendiesen a no blasfemar.